Casi siete meses después de haber comenzado la pandemia, noto en mí y en las personas que me rodean que debemos tener mucho cuidado con nuestro estado interior, necesitamos acciones claras para cuidarnos. Definitivamente estamos sintiendo el peso de estos tiempos. He visto que el yoga funciona para mí y para muchas otras personas guiándonos a través de los tiempos más difíciles, esta es una práctica antigua que está viva porque funciona, así que confiemos en ella y utilicémosla para navegar por estas aguas.

Una cosa que sé de primera mano es que cuando nos damos cuenta de que estamos cayendo en el pozo de la negatividad, es mejor «detener» pronto la caída y recuperarnos que dejar que el agua suba demasiado. Cuanto antes nos demos cuenta, más fácil será la recuperación. Es por eso que para mí el yoga es crucial, es la herramienta que me permite notar los primeros signos cuando mi atención se pone demasiado hacia afuera y empiezo a sentir los efectos secundarios.

En yoga, usamos el término “ahara” para definir aquello que nos alimenta, o cualquier cosa que nos traen los sentidos, actuando como antenas, y que es el alimento de la mente. Entre la incertidumbre, enfrentar todas las cosas que no podemos controlar y la cantidad de información con la que estamos tratando, las prácticas para traer esas antenas de vuelta son cruciales para restablecer nuestro poder interior.

Imagina tu núcleo, y luego todos los sentidos a través del cual recibes información como un brazo, tu atención va en esa dirección, en muchas direcciones en realidad, al mismo tiempo, y muchas veces relacionadas con cosas que te preocupan profundamente. Y es allí cuando se vuelve abrumador, aparece el cansancio y la frustración y, a veces, puede parecer imposible dejar de concentrarse en lo externo, pero es solo una cuestión de centrar nuestra atención en las cosas que podemos hacer y restablecernos en ese lugar interior de pura amor y fuerza.

El error está en pensar que hacemos esto una vez y luego estamos listos para comenzar. Re-establecernos, recuperar nuestro poder tiene que hacerse a diario, una y otra vez, es una forma de nutrirnos. Caemos, nos ahogaremos por sentimientos de miedo, tristeza y negatividad, pero ¿y si en lugar de intentar no sentir esos sentimientos, no rechazarlos, nos sentamos a sentirlos profundamente, y luego lentamente comenzamos a dejarlos ir sin forzarlos?

Para mí, estas son las prácticas que sé que funcionan bien para mantenerme enfocado y con una mentalidad positiva:

Se trata de no luchar contra la situación, sin que eso signifique que no nos importa, de asumir la responsabilidad de nutrirnos sabiamente a diario. Debido a que nos estamos alimentando a nosotros mismos, la cosa es que muchas veces la comida que le estamos dando a nuestro cuerpo, alma y mente es lo opuesto a lo que necesitamos. Nuestra vida no está en pausa, nuestra vida está sucediendo y esta es una gran oportunidad para aprender un poco más sobre cómo cuidarnos realmente, sobre cómo leer nuestras señales y tomar medidas para nutrirnos sabiamente para que podamos navegar el cambio en nuestro la vida con más facilidad porque el cambio siempre ha sido y siempre será parte de nuestras vidas.